Hace ya muchos años, desde que vivo en Paradela, que disfrutamos como enanos de todos los charcos que encontramos por los caminos. Y quien no haya vivido esa experiencia, no sabe lo que se pierde.
Me lo manda mi hermana acompañado de un monigote con muchísimas sonrisas.
Y no puedo menos que compartilo.
Buena semana.