Era mucho protestar, si lo ponía todo junto así que me hago a la idea de que la primera parte la escribí el viernes y la segunda parte hoy,lunes (soy tramposa de verdad, me hago trampas a mi misma).
Si están ustedes pensando en comprar algo a Armería Alvarez, piénsenselo dos veces.
Yo lo hice. Compré una desgranadora de maiz, porque tengo una finca sembrada. Aprovechando, me acordé de mi amiga Marina, mi vecina, que se pasa el día cargada de cosas hacia mi casa (me regala lechugas, pimientos, judías, tomates y un largo etcétera) y decidí compar uno también para ella. Al día siguiente, el pedido estaba en mi casa:LA MITAD DEL PEDIDO, PERO COBRADO ENTERO. Inmediatamente llamé a la casa y me dijeron que no me preocupara, que me lo enviaban enseguida. El pedido lo hice el lunes pasado. El envío llegó el martes. Hoy es lunes y el segundo envío sigue sin llegar. Pero, por el medio, hacen su negocio: aparte de lo que cobran por la venta, cobran también por la llamada telefónica que es a un 902 (por lo que no hay tarifa plana aplicable), negocian con el transporte, porque si fuera a transportes pagados ellos podrían negociar un precio más barato, mientras que usted por un solo pedido, paga a tocateja sin protestar y, además, el transporte a quien le remiten si el pedido tarda, también tiene un 902, no figura en la guía de teléfonos y, cuando usted llama, sea la hora que sea, las líneas están ocupadas, con lo que la llamada corre y sigue corriendo. De mi vida como compradora han desaparecido Armería Alvarez y Transportes Crono Spres.
Haré llegar mi queja al periódico, para defender al sufrido consumidor de esa banda de negociantes ilegales, porque lo que hacen es ilegal.
Lástima que en este blog no entre el mundo entero.
Pepita, mi vecina está contenta. Han venido su nieto y su nuera a pasar unos días, desde Canarias. Vienen todos los veranos.