Ayer, siguiendo huellas (había una canción de mi juventud que decía "a la huella , a la huella"), encontré una afirmación que me dejó perpleja: "hay libros diurnos y libros nocturnos"...
De repente me dejaron sin poder leer todos los libros de la oscuridad y el silencio. De repente me dejaron sin, por ejemplo, la poesía.
Porque yo me acuesto a las nueve de la noche. Yo me acuesto de día.
Me consolé pensando que los libros no se leen según el tiempo, sino según el espacio. Y yo sé crear mi espacio. Es de día cuando yo me siento a leer al lado de ese fue go.
Ahí teneis algunos de mis poetas.
¿De verdad vosotros no podríais, al lado de ese fuego leer a esos poetas que veis? Y a los que no veis, también: tumbada, sin que se vea su nombre, está, también, Mariel Manrique.